Trekkings eran los de antes!!!!
Dijimos, sentados ya en una silla de un comedor sórdido, cuando llegamos a Todos Santos Cuchumatanes después de caminar tres días por las montañas homónimas. En este caso no porque haya tenido un grado de dificultad bajo, sino porque era inevitable compararlo con los caminados por Nepal. Igualmente siempre hay muchas cosas para disfrutar de una travesía como esta. Caminar y escuchar el silencio de estos paisajes no se consigue todos los días.
Lanzados ya a la caminata, temprano a la madrugada, todo hacia pensar que el clima no nos iba a ayudar y que esa capa densa blanca suspendida sobre nosotros no se abriría jamas, efectivamente y al contrario de lo que pudieron pensar al leer esta introducción, durante los primeros dos días así se confirmo, jamas se despejo.
Esta región es la mas fría y cruda del país y a nosotros se nos ocurrió hacer la caminata justo acá.
Nos llevamos algunas provisiones, pero cuando encontrábamos la posibilidad de tomar algo distinto a agua, parábamos y de paso deglutíamos energías en forma de comida.
No se cuantos grados de temperatura había en el ambiente porque no tenia fuerzas para cargar con un termómetro pero creo que mas que haber faltaban, porque se sentían negativos, el agua no se congelaba pero todo el resto si y entre ello nuestros cuerpos.
A Otto casi lo mato, sí al guia casi lo mato, incluso corriendo el riesgo de quedarnos en medio de las montañas sin saber adonde ir, creo que no lo mate porque no tenia ni fuerzas de levantar un dedo después de lo que nos hizo hacer. El inconsciente programo, para el primer día, 8hs de caminata pero las ultimas consistían en subir una cuesta de 4hs y casi 1800mts de altura como si hubiésemos entrenado para escalar al Everest.
Cuando llegue arriba me invadió esa sensación contradictoria de placer y dolor que te hace poner esa cara de boludo a punto del llanto pero mezclado con carcajada.
Me dolían hasta las pestañas cuando parpadeaba. Lo peor de todo es que ni siquiera Otto se lo banco, estaba tan exhausto como nosotros.
Descansamos un poco y fuimos en búsqueda de la primera posta. El refugio donde íbamos a pasar la noche se veía borroso por la niebla.
A pesar de estar dentro de una nube fría, no tener calefacción, no tener baño, y no tener mas que una cama con un colchón y frazadas, la cabaña era confortable.
Ah, me olvidaba de la hamaca paraguaya, que injusto.
Los senderos eran inhóspitos en su gran mayoría y conseguir un lugar para comer, muchas veces dependía de la buena voluntad de algún lugareño que nos quiera cocinar algo.
En Xexecom, pequeño pueblito perdido en la montaña, conseguimos que nos cocinar algo caliente.
En una cocina austera, pero no menos equipada y acojedora.
Sobre todo cuando de trata de calentar un poco el cuerpo.
En este contexto y con todo mi pesar, mis intentos por ayudar en la cocina, solo lograron entorpecer las tareas...
Algun dia tendre revancha.
Los lugares eran inaccesibles, las temperaturas adversas, acceder representaba un gran esfuerzo, pero un gran pensador contemporáneo reflexiono y dijo: ..."La pelota no se mancha"... y llega a todos lados.
Los que si se manchaban eramos nosotros. La capa de roña que acumulamos durante dos días la pudimos rasquetear en un Temazcal Maya. Una especie de sauna donde ellos acostumbran a bañarse una o dos veces cada 15 días dado que aquí las casas no tienen baño como el que conocemos nosotros. Una letrina olorienta y contaminada a unos cuantos metros de la puerta de acceso a la vivienda completa al conjunto sanitario. Por esta puerta de 70cm de altura se entra gateando al baño con piso de tierra.
Ya de noche y una vez adentro solo nos quedo empezar a mezclar el agua caliente con el agua fría para lograr una temperatura confortable, enjabonarte y enjuagarte.
No se imaginan la cantidad de boludeces que se pueden hacer dentro de ese oscuro horno humano, salpicadas con el agua helada, golpes impunes y entre tantas otras, sacarnos fotos con flash sin saber adonde apuntabamos.
Al dia siguiente seguimos nuestra travesía cruzando aldeas
A veces por caminos rispidos y otras por alguna carretera perdida
La gente siempre asombrada nos miraba como extraños que en definitiva era lo que eramos...
Algunas veces lograban distenderse
y disfrutar de la visita compartiendo una sonrisa
En otros casos solo buscaban el cobijo de alguien para refugiarse de la timidez que los invadía.
Muchos eventos de la vida cotidiana se desarrollan al aire libre y que puede resultar mas atractivo, seductor y hasta erótico que una mujer lavándose el pelo?
Sí, me imagino la respuesta justa, DOS!!!! pero no fue el caso, había solo una.
Los momentos de descanso se apreciaban como nunca, parar a tomar agua, comer algo o hacer ganzadas eran las excusas perfectas para recuperar un poco de aire y relacionarte con la naturaleza...
A veces hacer trampa forma parte del juego tambien, pero que gratificante resulta ver todo lo que deberías haber hecho a pie cuando no te toca hacerlo...
Algún día teníamos que llegar a Todos Santos Cuchumatanes, y así fue, molidos pero siempre con un toque mas de energía en el bolsillo...
El primer vistazo al pueblo fue decepcionante, estaban arreglando los drenajes y la calle principal se parecía a las imágenes que veíamos de Libia en erupción.
De a poco empezamos a toparnos con los atractivos del lugar y el mercado del día sábado cambio la imagen del paisaje repentinamente. Danzas y trajes tradicionales,
comidas al aire libre,
y espectáculos callejeros atraían la atención de los Santeños.
Dijimos, sentados ya en una silla de un comedor sórdido, cuando llegamos a Todos Santos Cuchumatanes después de caminar tres días por las montañas homónimas. En este caso no porque haya tenido un grado de dificultad bajo, sino porque era inevitable compararlo con los caminados por Nepal. Igualmente siempre hay muchas cosas para disfrutar de una travesía como esta. Caminar y escuchar el silencio de estos paisajes no se consigue todos los días.
Lanzados ya a la caminata, temprano a la madrugada, todo hacia pensar que el clima no nos iba a ayudar y que esa capa densa blanca suspendida sobre nosotros no se abriría jamas, efectivamente y al contrario de lo que pudieron pensar al leer esta introducción, durante los primeros dos días así se confirmo, jamas se despejo.
Esta región es la mas fría y cruda del país y a nosotros se nos ocurrió hacer la caminata justo acá.
Nos llevamos algunas provisiones, pero cuando encontrábamos la posibilidad de tomar algo distinto a agua, parábamos y de paso deglutíamos energías en forma de comida.
No se cuantos grados de temperatura había en el ambiente porque no tenia fuerzas para cargar con un termómetro pero creo que mas que haber faltaban, porque se sentían negativos, el agua no se congelaba pero todo el resto si y entre ello nuestros cuerpos.
A Otto casi lo mato, sí al guia casi lo mato, incluso corriendo el riesgo de quedarnos en medio de las montañas sin saber adonde ir, creo que no lo mate porque no tenia ni fuerzas de levantar un dedo después de lo que nos hizo hacer. El inconsciente programo, para el primer día, 8hs de caminata pero las ultimas consistían en subir una cuesta de 4hs y casi 1800mts de altura como si hubiésemos entrenado para escalar al Everest.
Cuando llegue arriba me invadió esa sensación contradictoria de placer y dolor que te hace poner esa cara de boludo a punto del llanto pero mezclado con carcajada.
Me dolían hasta las pestañas cuando parpadeaba. Lo peor de todo es que ni siquiera Otto se lo banco, estaba tan exhausto como nosotros.
Descansamos un poco y fuimos en búsqueda de la primera posta. El refugio donde íbamos a pasar la noche se veía borroso por la niebla.
A pesar de estar dentro de una nube fría, no tener calefacción, no tener baño, y no tener mas que una cama con un colchón y frazadas, la cabaña era confortable.
Ah, me olvidaba de la hamaca paraguaya, que injusto.
Los senderos eran inhóspitos en su gran mayoría y conseguir un lugar para comer, muchas veces dependía de la buena voluntad de algún lugareño que nos quiera cocinar algo.
En Xexecom, pequeño pueblito perdido en la montaña, conseguimos que nos cocinar algo caliente.
En una cocina austera, pero no menos equipada y acojedora.
Sobre todo cuando de trata de calentar un poco el cuerpo.
En este contexto y con todo mi pesar, mis intentos por ayudar en la cocina, solo lograron entorpecer las tareas...
Algun dia tendre revancha.
Los lugares eran inaccesibles, las temperaturas adversas, acceder representaba un gran esfuerzo, pero un gran pensador contemporáneo reflexiono y dijo: ..."La pelota no se mancha"... y llega a todos lados.
Los que si se manchaban eramos nosotros. La capa de roña que acumulamos durante dos días la pudimos rasquetear en un Temazcal Maya. Una especie de sauna donde ellos acostumbran a bañarse una o dos veces cada 15 días dado que aquí las casas no tienen baño como el que conocemos nosotros. Una letrina olorienta y contaminada a unos cuantos metros de la puerta de acceso a la vivienda completa al conjunto sanitario. Por esta puerta de 70cm de altura se entra gateando al baño con piso de tierra.
Ya de noche y una vez adentro solo nos quedo empezar a mezclar el agua caliente con el agua fría para lograr una temperatura confortable, enjabonarte y enjuagarte.
No se imaginan la cantidad de boludeces que se pueden hacer dentro de ese oscuro horno humano, salpicadas con el agua helada, golpes impunes y entre tantas otras, sacarnos fotos con flash sin saber adonde apuntabamos.
Al dia siguiente seguimos nuestra travesía cruzando aldeas
A veces por caminos rispidos y otras por alguna carretera perdida
La gente siempre asombrada nos miraba como extraños que en definitiva era lo que eramos...
Algunas veces lograban distenderse
y disfrutar de la visita compartiendo una sonrisa
En otros casos solo buscaban el cobijo de alguien para refugiarse de la timidez que los invadía.
Muchos eventos de la vida cotidiana se desarrollan al aire libre y que puede resultar mas atractivo, seductor y hasta erótico que una mujer lavándose el pelo?
Sí, me imagino la respuesta justa, DOS!!!! pero no fue el caso, había solo una.
Los momentos de descanso se apreciaban como nunca, parar a tomar agua, comer algo o hacer ganzadas eran las excusas perfectas para recuperar un poco de aire y relacionarte con la naturaleza...
A veces hacer trampa forma parte del juego tambien, pero que gratificante resulta ver todo lo que deberías haber hecho a pie cuando no te toca hacerlo...
Algún día teníamos que llegar a Todos Santos Cuchumatanes, y así fue, molidos pero siempre con un toque mas de energía en el bolsillo...
El primer vistazo al pueblo fue decepcionante, estaban arreglando los drenajes y la calle principal se parecía a las imágenes que veíamos de Libia en erupción.
De a poco empezamos a toparnos con los atractivos del lugar y el mercado del día sábado cambio la imagen del paisaje repentinamente. Danzas y trajes tradicionales,
comidas al aire libre,
y espectáculos callejeros atraían la atención de los Santeños.
El calor y el rayo del sol que acompañan.
Hombres y mujeres visten siempre sus atuendos tradicionales, ellas con sus Huipiles bordados de azules, indigos, fuxias y violetas, sus Cortes azul profundo con rayas claras y las fajas teñidas siempre de rojos y carmines intensos...
En cambio ellos visten con sus pantalones rojos a rayas blancas, la chaqueta blanca con el cuello bordado en distintos tonos y los sombreros pesados rodeados de una cinta violeta.
No importa la edad, no importa el tamaño, todos se visten igual,
durante todo el día, todos los días de su vida...
2 comentarios:
Como es que no tenés un flickr!!!??? muy buenas fotos!
bellissime...mersi
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