miércoles, 13 de abril de 2011

Nebaj - Chajul - 15 de Marzo

Ya después de varios días de viaje creo que estoy capacitado para dar mi impresión sobre los chapines que suelen ser bastante literales, directos, en algunos casos hasta cómicamente obvios…
Creo que este fue el mas interesante, sobre todo después de haber probado las carnes sentados en esos bancos y comprobado que era real.
O como en este otro en el cual son claros y concisos.


En otros casos pueden aparentar ser inocentemente agresivos
En otros claramente sufridos y victimizados.

Y en algunos otros bastante confusos...

Pero en todos los casos fueron increíblemente cordiales y bien predispuestos a darme una mano.

Llegamos a Cobán, una ciudad importante de Alta Verapaz, centro del país, solo para poder preguntar si la ruta a Nebaj estaba en condiciones dado que hace 6 meses hubo deslaves de la montaña y quedo un gran tramo sepultado bajo piedras.

..."La ruta no esta en buenas condiciones no se si se puede cruzar"..., fue la respuesta que obtuvimos, no me acuerdo de quien, seguramente de algún lugareño fiable, pero no teníamos muchas opciones, la otra forma de llegar suponía tres días de viaje y no teníamos tiempo que perder, así que con toda la esperanza arrancamos para las tierras altas confiando solo en las ganas de llegar...
El frío y las casas de adobe empezaban poco a poco a dominar el paisaje ondulante.

A Nebaj llegamos después de un duro viaje de “malas condiciones”: cornisa, ripio, neblina y todos los condimentos amargos que quieras agregar le van bien.
Esta ciudad resulto ser una buena base para visitar Chajul y Cotzal,
dos pueblo con los que termina formando una región que la llaman el triángulo Ixil, dado que la mayoría de las aldeas son Mayas Ixiles y la lengua que hablan es casualmente el Ixil (pronunciado iyil).
Iglesia de Chajul
Plaza, iglesia de Cotzal.

A partir de este punto comienza una nueva Guatemala, la de las tierras altas, donde la altura promedio ronda los 2500 m s.n.m. y la sensación térmica disminuye considerablemente, donde la gente se despierta a las 4:00 para empezar y se duerme a las 19:00 para terminar, aprovecha la luz del sol y deja de vestirse como uno para desplegar los colores de sus tradiciones.

Las mujeres no se permiten tener dolor de cabeza sino perderían el gran potencial de transporte que tienen. Les funciona practicamente como una carretilla, suelen cargar de todo a toda hora y de cualquier peso.

 
En algunos casos lo que llevan funciona solo como parasol aunque sea un colador de maíz

una frazada o un suéter.
Otras veces los usan para taparse de los fotógrafos porque son muy coquetas

Los mercados terminan siendo siempre el punto álgido de cada pueblo
y el de Chajul (los días martes) resulto particularmente colorido, no solo por los tejidos de sus vestimentas y los tonos de las verduras y especias sino también por los matices rojizos, azulados y verdosos que las lonas de protección le daban al ambiente.
Escuchar  y prestar la atención a las transacciones son divertidas y las discusiones sobre el costo de los productos suelen ser intensas pero no tanto como en Vietnam e India.
Nunca entendí si estaba pesando los ajies o la harina, lo que si me quedo claro es que los sistemas de evaluacion y controles de calidad son muy distintos a los nuestros.
 Los sentidos se agudizan, el olor, la mirada y el tacto terminan siendo la mejor manera de evaluar y controlar
y en este caso no digo el sabor porque mentiría si dijera que vi a alguno comiendo velas, aunque a veces dan ganas.

Muchas personas nos advirtieron de la inseguridad de este país pero nosotros fuimos cuidados por ellos, que nos controlaron durante todo el viaje, mirando paso a paso lo que hacíamos.
La pagina lamentable de esta región es la cantidad de muertes que sufrieron sus pobladores en manos de las fuerzas armadas durante los treinta y seis años de guerrilla que sometieron a sus pobladores a ver las mas horrendas masacres y entierros de gente viva. Solo un par de centenares de cruces que recuerdan a los desaparecidos y que se exponen en distintos puntos del pueblo son suficientes para ponerle la piel de pollo a cualquier persona que se digne de ser humano.

Igualmente siempre sabes que en la puerta de estos sitios te espera una sonrisa que te da la energía suficiente como para seguir caminando.
Conseguimos dar con un guia local Ixil (Otto) para hacer una travesía por los Cuchumatanes (cordón montañoso) para llegar a Todos Santos (pueblo de montaña).
Sabíamos que iba a ser duro llegar caminando en tres días a pie. pero decidimos comer bien, prepararnos y confiar en la experiencia de Otto para emprender el camino.
Almorzamos con él para ajustar los últimos detalles, tomar cerveza, disfrutar de una buena comida

y nos fuimos a dormir sabiendo que a las 7 de la mañana del día siguiente estaríamos disfrutando/sufriendo el frío y el viento de los Cuchumatanes...